Categoría: Pasaba por aquí (reflexiones)

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Es habitual que empecemos el año con un montón de propósitos bienintencionados en la cabeza. Tenemos la motivación a tope. Tal vez incluso hemos escrito todas esas intenciones en papel.

O más aun: tenemos una pizarra donde ponemos fotos, recortes de prensa, ideas y dibujos para visualizar todos nuestros deseos.

Pero ¿cómo lo llevas a cabo? ¿Tienes un plan? ¿un paso a paso?

Te invito a leer la revista de este mes, donde vas a encontrar respuesta a estas preguntas.

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Carl Jung, de quien ya he hablado en otras ocasiones, decía que 

«Mientras no hagamos consciente lo inconsciente, éste dirigirá nuestra vida y le llamaremos DESTINO»

Mucho tiene que ver esto con el tema de este mes, ya que existe un inconsciente familiar que vamos perpetuando generación tras generación. Esta perpetuación tiene unas consecuencias. 

Solo haciendo consciente este inconsciente podemos tomar acción y cambiarlo, si sentimos que las consecuencias nos limitan o perjudican, o mantenerlo y reforzarlo -esta vez a sabiendas- si dichas consecuencias nos benefician.

Este es un tema que me apasiona y del que podría hablarte días y días.

Tómate esta revista como una introducción.

Un acercamiento al mundo de la familia desde otra perspectiva.

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Estoy nuevamente aquí con la revista de este mes.

Hoy me permito recuperar un tema ya tratado anteriormente desde otra perspectiva. Te invito a profundizar en la Ley de la Atracción.

O a que le des una segunda oportunidad, si ya sabes de qué te hablo.

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Este mes te invito a reflexionar sobre la importancia de poner límites.

¿Podrías circular tranquila por una carretera sin que estuviese señalizada?

¿Y qué tal ir a comprar sin saber los horarios del establecimiento?

¿Y jugar a un juego sin conocer las normas?

En todos estos casos estamos hablando de límites.

Normas, acuerdos o códigos que nos dan información y nos facilitan las relaciones (con nosotros mismos y con los demás).

Acompáñame a hablar sobre ello.

A aprender a decir NO.

Y descubre también la bibliografía que te he preparado al respecto en una nueva sección que recién estrenamos.

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Instintivamente necesitamos etiquetarlo todo.

Darle un nombre.

Un espacio.

Un lugar en nuestra mente y en el mundo.

Lo que no sabemos dónde etiquetar nos incomoda.

Nuestro inconsciente no termina de poderlo procesar. Se queda en la carpeta de “tarea pendiente” y eso nos impide archivar,

comparar,

clasificar,

agrupar,

unificar.

Como si todo pudiera unificarse.

Te invito a profundizar en ello leyendo el presente número de IMPARAVLES en este enlace