
¿CUÁL ES TU SUEÑO?
Permíteme que comparta contigo mi sueño.
Ahora mismo no me estoy refiriendo a mi deseo, sino al sueño que esta noche he tenido mientras dormía. En el fondo, siento que están relacionados.
Yo me hallo en un dormitorio comunitario que comparto con dos compañeras. Es de día y estoy sola. Es una sala espaciosa, con mucha luz natural procedente de grandes ventanales y una decoración sencilla, a la vez que funcional, donde predominan los tonos blancos y amarillos.
Alguien me dice que ha fallado una compañera de nuestro equipo de natación y me propone salir yo en su lugar. Miro el televisor de pantalla plana que cuelga en una de las paredes y veo que retransmiten la final de natación de los Juegos Olímpicos de Tokio y me están esperando.
Empiezo a prepararme mientras pienso:
“Me esperan a mí. Tengo casi 50 años, pelo canoso, mi cuerpo (talla XL) no tiene una buena técnica nadando, llevo semanas sin depilar y mi bikini es poco adecuado para competir”
Me da lo mismo.
Nada de esto me detiene.
Me vienen a buscar mientras me estoy poniendo unos calcetines blancos (ignoro para qué). Me doy cuenta de que no tengo gorro ni gafas de piscina. Confío en que alguien me los proporcionará.
Al salir hacia la piscina pregunto qué distancia nadamos.
“100 metros”
Ni siquiera sé si eso es un largo de piscina o dos… Ese es mi nivel de conocimiento de la natación de competición.
No sé tirarme de cabeza y estoy convencida que la parte superior de mi bikini, con tirantes delgados, puede perderse por la piscina…
¿Y qué?
No me importa eso tampoco.
¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que haré el ridículo?
¿Qué es hacer el ridículo? ¿Nadar a mi manera? ¿No cumplir con el estereotipo de nadadora olímpica?
¿Acaso eso me invalida?
Pienso que tal vez, al verme en la piscina, alguna mujer pensará:
- “Si ella se ha atrevido, yo también puedo atreverme”
Y si mi actitud inspira a una mujer —aunque sea a una sola— a creer más en ella misma sin estar pendiente de las opiniones ajenas, ese va a ser mi mayor triunfo.
Y esto es lo que tiene en común mi sueño de esta noche con mi más profundo deseo:
Mostrar a las mujeres que tenemos una fortaleza interna increíble. Que simplemente dejando de depender de la mirada de los demás ya hemos dado un gran paso.
¿Y tú? ¿Habrías hecho lo mismo?
(Alerta spoiler: Me desperté antes de llegar al agua)