
CHICAS CON ALTAS CAPACIDADES
(Camufladas como camaleones)
Las chicas con altas capacidades aprendemos pronto a camuflarnos para sobrevivir.
Durante la infancia y la adolescencia descubrimos que expresar nuestras opiniones y demostrar nuestra capacidad de organización y liderazgo es motivo de ataques.
Si lo hace un chico, es un líder que sabe de qué habla. Es aplaudido y aceptado.
Si lo hacemos nosotras, somos unas soberbias y unas mandonas. Molestamos.
Entonces ¿qué hacemos?
Aislarnos de un mundo que no entendemos ni nos entiende, lo que provoca que nos traten de solitarias. Y entonces sufrimos.
Otra opción es adaptarnos para no estar solas. Dejar de ser nosotras mismas. Disimular estas altas capacidades que nos hacen distintas.
Callar.
Por eso muchas veces las chicas con altas capacidades no somos detectadas, porque somos las reinas del camuflaje. Tanto en la escuela como en casa hemos aprendido a adaptarnos y hacer lo que se espera de nosotras. Y más adelante nos adaptamos a lo que nuestra pareja espera de nosotras. Y en el trabajo se nos recomienda que nos hagamos las tontas para no destacar (porque pasaríamos a ser “una amenaza”).
Pero adaptarnos también nos hace sufrir porque nos anulamos a nosotras mismas. Vivimos una farsa que al principio nos protege y a la larga acaba ahogándonos.
Con el paso del tiempo descubrimos que la única manera de continuar es recuperando nuestra verdadera esencia. Siendo nosotras. Auténticas. Únicas. Distintas y especiales.
Brillando.
Y si brillando tanto molestamos a alguien, pues que cierre los ojos.