DISINCRONÍAS EN LAS ALTAS CAPACIDADES

 

LA DISINCRONÍA EN LAS ALTAS CAPACIDADES

 

Las disincronías (desfases) en niños de altas capacidades se hacen evidentes desde la etapa infantil y pueden dificultar su proceso de aprendizaje —sobre todo en la escuela— si no son tenidas en cuenta.

Partiendo de la base de que el desarrollo de cada niño es distinto (y reconociendo que los niños de altas capacidades presentan ciertos rasgos comunes, aunque no necesarios ni excluyentes) podemos encontrarnos con las siguientes disincronías:

 

Disincronía interna:

Desfase entre distintos ámbitos de desarrollo del niño a nivel individual

 

  • Disincronía COGNITIVA – PSICOMOTRIZ

En la etapa infantil es frecuente que los niños de altas capacidades vivan sus primeras frustraciones cuando su cuerpo, aún en desarrollo, no le acompaña adonde su mente ya ha llegado.

Son niños que desean escribir cuando sus manos todavía no están preparadas para sujetar correctamente un lápiz. O que escriben con una caligrafía realmente difícil de interpretar porque la velocidad a la que desean expresarse resulta inalcanzable para sus dedos.

Puede ser que deseen llevar a cabo una determinada actividad que ya han resuelto en su cabeza, pero ven que físicamente no son capaces.

Además, carecen de las herramientas necesarias para expresar esta frustración, que muchas veces no saben identificar y que viven como un fracaso personal.

 

  • Disincronía entre LENGUAJE – RAZONAMIENTO

Su capacidad de razonamiento general va por delante de las adquisiciones verbales.

Son niños con gran rapidez de comprensión, que entienden los temas enseguida. En cambio, cuando el profesor les pide que lo explique, tienen dificultades para hacerlo puesto que no han memorizado las palabras exactas. Han entendido el concepto, aunque no sepan expresarlo. Pueden, por tanto, resolver un problema práctico a pesar de no ser capaces de exponer la teoría del mismo.

 

  • Disincronía INTELIGENCIA – AFECTIVIDAD

Su nivel de procesamiento cognitivo no se desarrolla a la misma velocidad que su afectividad. Eso les puede provocar que capten información con una fuerte carga emocional y que luego no sepan gestionarla adecuadamente.

Aparecen entonces reacciones como el miedo y la angustia, originados por temas a los que la mayoría de niños de su edad no dan importancia y que, en cambio, para ellos son vitales.

El hecho de pisar una hormiga, por ejemplo, puede provocarles un gran sentimiento de culpa por haber matado un ser vivo, ya que el tema de la muerte les preocupa generalmente desde una edad muy temprana.

 

Disincronía social:

El desfase entre el desarrollo del niño de altas capacidades y lo que la norma establece como adecuado para los niños de su edad

 

  • Disincronía NIÑO – ESCUELA

Los alumnos con altas capacidades se caracterizan por presentar unos niveles de desarrollo intelectual más elevados, más rápidos y con intereses más avanzados a nivel tanto de contenidos como de metodología de aprendizaje.

Esto choca con una organización escolar donde se impone un ritmo homogéneo a todo el alumnado sin tener en cuenta sus diferencias individuales.

 

  • Disincronía NIÑO – FAMILIA

Los padres acostumbran a ser los primeros que reconocen las altas capacidades de sus hijos y, al mismo tiempo, quieren que se ajusten a la norma. A veces los padres no saben satisfacer la curiosidad de sus hijos ni le proporcionan modelos adecuados, debido generalmente a puro desconocimiento.

 

  • Disincronía NIÑO – COMPAÑEROS

Existe una diferencia entre los intereses de los niños con altas capacidades y los demás niños de su misma edad cronológica. Ello provoca que tengan dificultades de relación entre ellos y que muchas veces los niños de altas capacidades se aíslen, porque se sienten incomprendidos. Mientras unos se preocupan profundamente por temas como la justicia, el origen del universo o la muerte, los otros se dejan llevar por el juego y no se plantean estas cuestiones.

Es habitual que los niños de altas capacidades prefieran relacionarse con chicos mayores que ellos. En el parque, estos niños acostumbran más interesados en las conversaciones de las madres que en interactuar con los demás niños.

 

 

Por todo ello se hace evidente que los niños de altas capacidades necesitan el acompañamiento de personas conocedoras de estas características para ayudarles, sobre todo, en la identificación y gestión de su mundo emocional. Su gran capacidad debe ir de la mano de herramientas para potenciar su uso de la mejor y más adecuada manera.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.