HARTA DE ESTAR HARTA

HARTA DE ESTAR HARTA

 

 

Sí, así llegué a estar.

 

Harta de estar harta.

 

Harta de llegar a casa frustrada y pagarlo con mis hijos.

Harta de consumirme en una oficina meses y meses.

Harta de la mala cara de mi jefe.

Harta de los cuchicheos entre compañeros cuando yo estaba cerca.

Harta de perderme grandes momentos de mis hijos.

Harta de llorar por las noches pensando que el día siguiente todo seguiría igual.

Harta de destrozar mi vida por un sueldo mediocre, como si yo no fuera digna de él.

Harta de no tener energía,

ni humor,

ni ganas,

ni fuerzas,

ni salud,

ni aliento…

…y yo seguía ahí.

Aguantando.

Porque “Ya puedes dar gracias de tener un trabajo fijo”

Eso me decían.

 

Nadie veía que me estaba rompiendo por dentro.

 

Hasta que la vida decidió darme más fuerte, para ver si así reaccionaba.

Y ese día dije ¡¡BASTA!!.

 

 

De eso hace ya dos años y medio.

Desde entonces soy yo quien dirige mi vida.

Quien pone mis horarios.

Quien decide cómo, cuándo y con quién comparto mi tiempo.

 

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