IMPARAVLES

(porque ser diferente es un priVilegio)

Hace tiempo leí una frase del psicólogo suizo Carl Jung que me impactó:

“Todos nacemos originales y morimos copias”.

¡Me pareció una frase espantosa! Nacer siendo alguien y morir siendo nadie.

Desde entonces estas palabras me persiguen. Regresan a mí recurrentemente, como para que no las olvide y actúe en consecuencia.

He reflexionado mucho acerca de su significado y he decidido que no. Que yo no voy a morir copia. Que decido ser yo misma. Por eso reclamo mi derecho a ser diferente. A tener un punto de vista distinto. A pensar de otra manera. Y, sobre todo, a ACEPTAR esta diferencia.

Ir contra corriente es arriesgado, pero ¿quién dijo que el riesgo fuese malo?

Ser diferente a veces te aísla del grupo, porque el grupo —por naturaleza— rechaza lo que no encaja. La cuestión es darte cuenta de que este rechazo se fundamenta en el miedo. El grupo tiene miedo al individuo que es distinto. Por ignorancia, muchas veces.

Pero uno a uno, los individuos que forman ese grupo sienten una profunda y callada envidia. Se sienten cobardes por no atreverse a ser distintos.

Además, personalmente es un reto para mí escribir a conciencia una palabra con una falta de ortografía. Siempre he sido muy meticulosa, perfeccionista y rigurosa con ello. Demasiado. Y ahora pienso ¿por qué no aceptar el error? ¿Por qué no romper la norma y ver qué pasa?

Porque atreverse a ser diferente es ser valiente. Es decidir por ti. Es disfrutar la vida según tu criterio. Es tomar las riendas. Es dirigir el timón. Es ser TÚ.

Cree en ti. Da el paso.

Llama la atención.

Sé auténtica.

Atrévete.

Salta.

Conviértete en IMPARAVLE.

En palabras de Oscar Wilde:

“Sé tú misma: el resto de papeles ya están cogidos”

Deja una respuesta